El CD Almoradí de José Antonio Gil Hurtado y su cuerpo técnico había completado una primera vuelta impoluta que se ha empañado en las últimas tres jornadas. Todos los equipos de regional sufren baches a lo largo de la temporada y al Sadrián ha llegado en la última semana.
En apenas 10 días han pasado de ser líderes, invictos y el conjunto más fiable a sufrir dos derrotas y un empate en tres partidos y caer hasta la quinta plaza de la liga. Además ya ven el liderato a 5 puntos de distancia y un partido más que el líder.
La consigna es clara en Almoradí: levantarse lo más rápido posible de los mazazos de los últimos días y ganar el derbi del próximo domingo ante el CD Murada. Volver a abrazar tres puntos en casa valdría doble por lo anímico y por derribar a un rival directo por el ascenso.
FOTO: ANDREA PALAZÓN