Los Arcos estalló de alegría el pasado domingo con un triunfo meritorio ante el Espanyol B. La entidad del rival y especialmente el cambio de imagen y la entrega de los escorpiones activó a una afición que llevaba 133 días sin recordar el sabor de la victoria.
Tres puntos que acercan un poco más una permanencia que todavía está muy lejos. Pero un partido que dejó varios detalles del proyecto que ha construido Machuca en apenas unas semanas. Un diseño express para soñar con un milagro.
Son muchas las variantes del técnico oriolano pero tres de ellas emergen por encima del resto. Un triángulo que toca de lleno a todas las líneas del esquema de juego del Orihuela CF y que suponen un volantazo respecto a Albadalejo.
Cases, Doriano y Aitor, el triángulo de Machuca
En primer lugar, la presencia del oriolano José María Cases en el once titular. Desde que Machuca volvió al banquillo lo tuvo claro: «Si Cases está bien físicamente no nos podemos permitir prescindir de las cualidades de un jugador como él».
En segundo lugar, Doriano en el mediocentro. La segunda fase ha llegado con Doriano como ancla defensiva en el centro del campo. No funcionó en Hospitalet pero dio frutos ante el Espanyol B: «Creo que tiene condiciones para jugar ahí, además es un jugador que llevaba tiempo sin ser feliz jugando y lo merece».
Por último, la portería. Leandro venía siendo el titular indiscutible durante toda la temporada pero Aitor Arias ha defendido la meta en los dos últimos encuentros: «Tenemos dos grandísimos porteros este año», apunta Machuca.
