Si un extraterrestre aterrizara hoy en nuestro planeta y se interesara por la Primera Regional de la Vega Baja encontraría una liga plácida para el líder y un campeonato casi decidido varias semanas antes del fin de la temporada regular.
Un recién llegado cuya primera impresión sería que el Atlético de Catral es un proyecto mastodóntico y que desde el pasado verano solo estaba por ver la fecha que se ponía al trofeo de su liga. Una visión superficial que se aleja mucho de un éxito forjado muy a fuego lento.
Los catralenses están a una sola victoria de sellar su histórico ascenso a Regional Preferente después de un curso inmaculado en el que solo han cedido dos derrotas, se mantienen invictos en casa y dominan todas las estadísticas respecto a sus rivales.
Una ventaja sideral que no borra el punto de partida. Cada uno de los entrenamientos de Carlos Canales y su cuerpo técnico han estado rodeados por la atmósfera del pasado más reciente. De saborear cada punto, cada gol y cada abrazo porque hubo muchos días en los que no llegaban.
El Catral ganará la liga y logrará el ascenso con una victoria en casa del Pinoso y estará acompañado por una kilométrica marea naranja que no se lo quiere perder. Cientos de aficionados que no quieren leerlo ni ver las imágenes. Quieren ser el latido de un equipo campeón.