Una sola derrota en toda la temporada en casa ha sido el pasaporte definitivo hacia el playoff de ascenso a la nueva Segunda Valenciana. El Campo Municipal El Calvario bien vale alargar dos semanas más una campaña que ya es historia en el fútbol albaterense.
Leandro Aracil y su ejército no titubeaban en la última jornada de liga. La primera media hora fue la gran clave del partido. Una salida en tromba, dos goles que calmaban las aguas y agitaban unas gradas repletas de bufandas amarillas.
El inicio de la segunda mitad metió el miedo en el cuerpo del Albatera Sporting. Lesión de Gómez, penalti en contra, lesión de león en una pena máxima que se tuvo que repetir y 2-1 con 40 minutos todavía por delante. Mucho que perder y un Santa Pola B con más Fe que fútbol.
Pero una jugada antológica de Josan Moya le puso cloroformo de nuevo al encuentro. El 3-1 frenó en seco las intenciones rojiblancas y las esperanzas del Callosa B. El subcampeonato de la Segunda Regional es para los de Albatera y el ascenso está a solo dos pasos.
