‘La ley del ex’ es una de esas maldiciones no escritas que van ligadas por siempre al mundo del fútbol. A lo largo de la historia se ha ido forjando la idea de la motivación extra cuando un jugador compite contra un equipo en el que ha jugado anteriormente.
El idilio entre Héctor Ayodele Fernández y el Orihuela CF duró tres temporadas. Un periodo de tiempo más que suficiente para que la grada de Los Arcos disfrutara de la magia, verticalidad, asociación y visión de juego de Ayo.
Parte imprescindible en el esquema de Miguel Ángel Villafaina y uno de los jugadores más decisivos en el ascenso a Segunda División B. Ayo dejó un gran sabor de boca en la afición escorpión y este domingo regresará al campo que le vio madurar como futbolista.
Lo hará con la camiseta naranja de un Atzeneta al que llevó a la categoría de bronce del fútbol español. Un experto en ascensos que pondrá a prueba el momento del Orihuela CF. Albadalejo ya le señaló ayer en rueda de prensa como uno de los grandes peligros en el juego vertical de los valencianos.