Estos días las redes sociales del Callosa Deportiva se han coloreado con imágenes de aficionados ilustres. Las generaciones más longevas animan a su manera al club de sus amores en una de las semanas más decisivas de su historia.
Al mismo tiempo, los más jóvenes comparten, comentan y citan a todos sus conocidos para que estén este martes antes de las 20 horas en el Campo Municipal de El Palmeral. Un batiburrillo de emociones y edades unidas por un mismo sentimiento.
Los abuelos no quieren contarle a sus nietos que el Callosa peleó hasta el final en aquel verano 2021. Que cambió la primavera por el verano pero el color azul siguió reinando en Preferente. Quieren vivirlo a su lado. Sin recortes de prensa que adquieran un tinte amarillo con el golpe del tiempo.
Sin batallitas que adornen una internada de Samu, un remate de cabeza de Iván, una estirada de Chiri, un cambio de juego de Rafa Canales o una llegada por sorpresa de Mirete. Quieren soñar un ratito más. Al menos hasta la final del viernes en Xàtiva.
El Callosa juega hoy la vuelta del primer playoff de ascenso a Tercera RFEF. El 1-1 de la Alcúdia les hace partir con ligera ventaja. Si cierran el candado como tantas otras veces este año serán finalistas pero estos partidos son más de corazón que de calculadora.
El equipo de Roberto Campillo tiene el último baile en casa. Toda la Vega Baja futbolera estará a su lado. Incluso los que pelearon por estar en su lugar en este momento. Todo el mundo prefiere vivirlo antes de que se lo cuenten.