Corría el minuto 54 de partido y Óscar Sánchez era expulsado por primera vez en sus carrera como entrenador. El Orihuela CF se quedaba sin su principal mando en el terreno de juego con más de una hora todavía por delante para intentar eliminar al Nàstic.
El técnico fue muy contundente en sala de prensa sobre lo sucedido: «Ahora me quedo indefenso, no puedo recurrir porque es una expulsión que no tiene justificación en cuanto vídeo de lo que he dicho. Es la palabra del árbitro contra la mía. Él sabe perfectamente lo que ha pasado, ha querido echarme. Yo soy un simple entrenador de 2ª RFEF y la repercusión no va a llegar a ningún sitio, estoy convencido de que si hubiera sido el otro banquillo no lo echa».
Además, el técnico añadía: «Siempre hablo de respetar a los árbitros, a los jugadores les insisto en que no protesten. En la reunión de los árbitros nos dicen que van a entender el nerviosismo pero hoy se demuestra que no valen para nada esas reuniones. Seguiré con mi filosofía de defender su labor pero hoy él sabe que no ha sido justo conmigo».
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