Tres victorias consecutivas han supuesto mucho más que una bombona de oxígeno para el CD Almoradí. El equipo de Gil ha salido fortalecido del complicado mes de abril en el Grupo VI de la Regional Preferente y el mes y medio que resta de competición es terreno abonado para los sueños.
Después de la derrota en Redován no hubieron dudas en un vestuario que a principio de temporada hubiera firmado con sangre llegar a estas alturas con opciones reales de ganar la liga. Santa Pola, Thader y Elda Unión han probado la armadura del Almoradí y los azulgranas han demostrado que tienen el corazón preparado para las emociones.
Este sábado a las 15 horas abrirán la jornada 20 visitando al Orihuela B en La Murada. Un filial que necesita una campanada para recuperar autoestima y recortar puntos por la permanencia. Uno de esos triunfos que le den la vuelta a todo. Después de dos empates seguidos, es el momento de ganar.
FOTO: CD ALMORADÍ
