Sería muy difícil escribir una crónica a la altura de lo que ha hecho este sábado el Club Voleibol Almoradí. Estaría llena de adjetivos que no llegarían a la hazaña lograda por los hombres de Pedro Miralles en Dumbría.
A más de 1.000 km de casa, frente a los anfitriones, con todo un pabellón en contra y con un equipo físicamente agotado. Así afrontaba el CV Almoradí el segundo partido de la fase de ascenso a Superliga 1, la élite nacional de este deporte.
El partido de hoy fue justamente al revés que el del debut contra el Castellón. Los dos primeros sets se iban para un superior Almoradí. Pero los locales, llevados en volandas por su gente, empataron a dos y dejaban el partido en un set. Ya no había margen de error.
El último parcial tuvo de todo. Un inicio para los de la Vega Baja, una remontada para el Dumbría que pareció dejar el partido en casa y un final apoteósico que terminó en victoria para el CV Almoradí. Mañana tendrán que rematar la faena contra el Lugo para lograr el ascenso pero la gesta ya es indiscutible.
Una victoria en ese tercer partido daría el billete definitivo. En caso de derrota y de victoria del Castellón en el otro partido se mirararán los sets para desempatar. Mañana a las 10 horas sin apenas tiempo para descansar llega la última final para los de Pedro Miralles.
Con este punto se llevaba el triunfo el CV Almoradí.