La fortaleza de su campo, un juego de dibujos animados y la coralidad de una plantilla exprimida al 100% le dieron al Atlético de Catral el primer ascenso a Preferente de su historia y una primera vuelta en la categoría a la altura de los grandes proyectos de la Comunidad Valenciana.
Pero su fortín ha perdido el conjuro durante en este 2023 y la fuga de puntos como local explica en parte el adiós a la octava plaza y a la Lliga Comunitat. Una lejanía que se certificaba el pasado sábado con la derrota en su feudo ante La Nucía B.
Los de Carlos Canales no consiguen un triunfo en casa desde el 8 de enero, el primer partido del año en la categoría. Desde entonces han disputado 8 con 4 derrotas y 4 empates. Insuficiente para tratar de mantener el ritmo de puntuación.
Aún así, el mérito de la campaña catralense es incalculable: llegando con opciones matemáticas hasta la última jornada con un carrusel eterno de lesiones durante buena parte de la 2022/2023 y un presupuesto a años luz del resto de competidores.
