La llegada del oriolano Pablo Abadía al Benferri CF ha impactado como una bomba en el Grupo IV de Primera FFCV. Una inscripción sobre la bocina del cierre del mercado de fichajes que necesita entenderse bajo el paraguas de varios puntos clave.
- La lesión de Georgi. El centrocampista de Callosa de Segura no podrá ser de la partida en lo que resta de temporada y el Luis Rocamora necesitaba una brújula que les guiara en los últimos compases de curso. Labor que cumple a la perfección el ex del Redován.
- Ángel Tovar. Uno de los mejores amigos de Pablo Abadía es el hombre para todo en el Benferri CF. Aroca le pidió que ejerciera de conexión y tanteara la posibilidad de una operación que terminó llegando a puerto.
- La complicada situación en El Palmar. Abadía decidía el pasado verano probar suerte en la Tercera RFEF murciana pero El Palmar no ha terminado cumpliendo con lo prometido. Ni en lo deportivo ni en las remuneraciones a la plantilla.
- Un recuerdo. Tal y como recogían las RRSS benferrejas se trata de un regreso a casa. El mediocentro oriolano dio sus primeros pasos en el mundo del fútbol en un Benferri CF que iniciaba cambios importantes con Machuca al frente.
- Una necesidad imperiosa. El Benferri CF roza el descenso a Segunda FFCV y necesita multiplicar el zurrón de puntos en las 6 jornadas finales. Un equipo talentoso pero inexperto en el que Pablo Abadía aportará su experiencia cuando la presión entra en escena.
FOTO: MANOLO GONZÁLVEZ
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