Los flechazos del amor también alcanzan el fútbol regional de la Vega Baja y el Grupo IV de la Preferente es el lugar idóneo para grandes idilios. Jugadores que son parte del escudo en sus clubes y que han crecido junto a unos colores y una afición.
Si hablamos del líder Callosa Deportiva, en seguida nos acordamos de símbolos como Salva García. Extremo, lateral o chico para todo. Siempre con la blanquiazul bien pegada a su cuerpo y siguiendo la estela de grandes capitanes callosinos como Juanjo Manresa o Rafa Canales.
En el FB Redován CF destacan jugadores como Héctor Beltrán, Cristian Botella, Mati o Jaime. Futbolistas que han apostado por crecer junto al color azulón y que han sido parte fundamental en la consolidación del Duana en la máxima categoría regional.
Y si hablamos de San Valentín, el Atlético de Catral tiene muchos representantes de lo que es «mamar» desde pequeños la filosofía naranja. Jordi, Chapa, Joselu, Dieguito, Carlos, Jesús, Víctor o Manu han logrado hacer historia con el equipo de sus amores.
El Moi Gómez de Rojales también es terreno abonado de relaciones de larga duración. Es casi imposible salir de allí cuando conoces sus encantos. Que se le digan a su capitán Lloyd Dummett, que llegó con 17 años y va camino de los 31. Toda una vida en el CD Thader.
El CD Murada se ha hecho hueco entre los proyectos potentes de la Preferente en parte gracias a jugadores como Dani Muñoz. El habilidoso atacante de Pilar de la Horadada es un emblema en ese vestuario y porta el brazalete de capitán el presente curso.
El Sadrián de Almoradí sufrió el pasado verano la marcha de numerosos ejemplos de amor por el azulgrana. Jorge Miravete decidió quedarse al lado del CD Almoradí y ahora es la prolongación de Rico sobre el verde en un año de transición para ellos.
Otro lugar que vivió un terremoto de salidas importantes fue el Campo Municipal Luis Rocamora de Benferri. El mercado invernal posibilitó el regreso de Félix González, todo un clásico que en distintas etapas acumula 7 campañas con el Benferri CF.