Carlos Fabra ha sido mucho más que un jugador los últimos años en el Benferri CF. Una de las partes más importantes de la famosa piña que ha hecho historia en la Preferente de la Vega Baja y que dejará un largo legado en el club.
Estas navidades anunciaba que colgaba las botas debido a una lesión. Un paso al lado para una persona que seguirá ligada a los colores benferrejos. «Lo que más voy a echar de menos será prepararme la bolsa de deporte el día antes del partido, yo era de la vieja escuela», apuntaba este martes en SER Deportivos Vega Baja.
«Por la rivalidad, por la cercanía o por el ambiente destacaría al Redován o al Callosa como grandes rivales. Llegaba agosto y veía el calendario para saber cuándo jugaría contra ellos o iría a esos campos», explicaba Fabra.
En cuanto a su momento predilecto con el Benferri CF durante todas estas temporadas, lo tiene claro: «El último partido que jugué. Si hubiese tenido la oportunidad de decidir mi último partido sería el mismo. Un Benferri-Thader en Jacarilla en el que me lesioné y ganamos».
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