El derbi del pasado fin de semana entre Atlético Granja de Rocamora y Bigastro CF dejó un reparto de puntos que no contentaba a nadie, dos expulsados y una sanción que se va a prolongar para lo que resta de temporada en el vestuario del Molino.
Circunstancia que además llegó tras una equivocación del colegiado del encuentro: confundió a un hermano con el otro, le enseñó la roja directa y ha terminado recibiendo un castigo de 8 partidos. Lo que significa no poder competir más en esta 24/25.
Los implicados fueron Ángel y Joaquín Ortuño, familia directísima y compañeros en el conjunto que ahora dirige Pedro Lara. Un correctivo más para un conjunto que ya había sido golpeado con dureza previamente por parte de los organismos sancionadores.
FOTO: MANOLO GONZÁLVEZ