Orihuela CF vivían este domingo a las 18 horas uno de los derbis alicantinos más extraños de la historia. Los escorpiones volvían a Los Arcos 8 meses después para recibir a un rival que debutaba en liga.
Gerard Albaladejo apostó por los mismos 11 jugadores que consiguieron empatar en La Nucía pero el equipo no encontró el ritmo en toda la primera parte.
El Alcoyano no notó la inactividad competitiva en los primeros 45 minutos y aprovechó la falta de fluidez en el centro del campo local. Aún así, fue un dominio inerte y ninguno de los dos porteros tuvo protagonismo.
En la segunda mitad la balanza se inclinó ligeramente para los de la Vega Baja. Chechu Flores y Miguel Marí cogieron la manija y sus compañeros de ataque lo notaron.
Los cambios dieron piernas al Orihuela CF pero no llegaron llegadas claras para ningún equipo. Segundo empate a 0 en dos jornadas para los amarillos, que han cortado la sangría de goles en contra del año pasado pero no encuentran la llave del gol a favor.
