Más de 7 meses después, el Orihuela CF regresaba a la competición oficial para estrenarse en la nueva Segunda División B. El cambio en el formato de la liga obliga a no descuidar ningún punto desde el inicio y el duelo frente a La Nucía ilustró el hambre de triunfo de ambos equipos.
Con un once repleto de caras nuevas, Gerard Albaladejo dispuso a los suyos en el Camilo Cano para borrar los fantasmas del año pasado. Una 19-20 en la que rojillos y escorpiones eran recién ascendidos pero ofrecieron imágenes muy dispares. Los alicantinos bordearon la perfección y los de la Vega Baja vivieron todo el año en el pozo de la liga.
Pero nada queda del Orihuela CF del año pasado y ha quedado claro desde el debut liguero. La primera parte fue de dominio alterno, sin grandes oportunidades pero con un Ahmed ejerciendo de pesadilla para los locales.
En la segunda se hizo patente la inactividad y se abrieron los espacios. Ahmed y Solano tuvieron en sus botas los primeros tres puntos pero la liga empieza con un meritorio punto para los de la Vega Baja.