El CD Almoradí ofrecía el pasado sábado una resistencia heroica ante el FB Redován CF. Un equipo enrachado que puso a prueba al equipo de Gil especialmente en una segunda parte de auténtico aluvión ofensivo.
Pero los azulgrana no alteraron el plan en ningún momento y llevaron el partido a la tanda de penaltis. Dos golpes en forma de empates no tumbaron la moral de una plantilla que sueña con esta competición como motor de resurrección.
El punto fatídico volvió a entrar en escena para el CD Almoradí y su Ángel de la guarda no faltó a su cita. Como ya pasó ante el SC Torrevieja, Sergio Gálvez fue absolutamente decisivo para conseguir el acceso a los octavos de final.
El exportero del CF Rafal está aprovechando sus oportunidades en la Nostra Copa para reivindicarse y se empieza a consolidar como un especialista en las tandas. Intuición, reflejos y esa pizca de fortuna que nunca puede faltar en esta suerte.
FOTO: MANOLO GONZÁLVEZ