El Atlético Orihuela atraviesa momentos complicados en el Grupo V de la Regional Preferente Juvenil. Ocupando la penúltima posición del campeonato y con la salvación a una distancia prácticamente imposible a falta de seis jornadas para su fin.
Además del más que posible descenso de categoría, el histórico club oriolano tendrá que lidiar con una durísima sanción para uno de sus futbolistas. Uno de los correctivos más duros que se recuerdan en las ligas dependientes de la Federación de Fútbol de la Comunidad Valenciana.
Pablo Pérez ha sido sancionado nada más y nada menos que con 26 partidos de suspensión por una agresión a un jugador rival recogida en el acta tras el encuentro disputado ante el Crevillente Deportivo y correspondiente a la jornada número 20 de liga.
Un durísimo correctivo para el futbolista que desde el club se ve completamente desproporcionado. Tanto es así, que el Atlético Orihuela ha presentado un recurso formal para intentar una posible reducción de partidos para su futbolista.