El debut de Gerard Albaladejo en el banquillo del Orihuela CF no fue nada plácido. Una mala primera parte de los suyos hacía presagiar una derrota casi definitiva para el sueño de la salvación.
El Orihuela volvió a la inseguridad defensiva y el Nastic no perdonó. Un gol en el 27 y otro en el 42 dejaban el 0-2 antes del descanso para el descontento de la afición.
La segunda mitad fue de esperanza. La entrada de Solano y Brian dio lo que le faltaba a los escorpiones. Lucha en la batalla aérea y llegada por banda.
Solano trenzó la jugada del 1-2 por la banda izquierda y recogió el rechace para demostrar que la lucha tenía premio.
Chechu Flores encontró socios en ataque y puso la calidad en el empate. Balón en el pico del área, recorte hacia fuera y tiro al palo corto.
El marcador no se movió más y la grada agradeció el esfuerzo de los suyos. Un empate que mantiene lejos la salvación pero que es esperanza para un club que la necesita como el respirar.
