Evanildo Batista Barreira era uno de los jugadores más carismáticos y decisivos del fútbol regional de la Vega Baja. Más conocido como ‘Vazquinho’ y muy querido en todos los vestuarios por los que ha pasado a lo largo de su dilatada carrera deportiva.
Su huella en el CD Montesinos, Sporting Saladar, CD Almoradí y Racing San Miguel es profunda. Por su juego, por sus goles y por su forma de vivir el deporte rey. La vida sin Vazquinho ha perdido color después de la grave lesión que le apartó de los terrenos de juego.
Una rotura de menisco y ligamentos paró en seco su juego y detuvo el corazón de un Racing San Miguel que disfrutaba de él en esos momentos. En una liga que se detuvo por la pandemia y que separó por un punto al Montesico Blanco del ascenso a Preferente.
Su último servicio fue un sensacional gol desde el centro del campo que hizo a sus compañeros levantarle a hombros. La foto para la portada de un libro plagado de grandes instantes y de jugadas geniales con sabores tropicales.
A sus 40 años sigue recuperándose con el trabajo que siempre le ha acompañado. Pero esta vez el objetivo no es llegar a un partido concreto o iniciar una pretemporada. El desafío es tener una vida normal y no sufrir secuelas en su pierna.