«No es un adiós, es un hasta pronto». Un tópico del mundo del deporte que golpea estos días a un club de la comarca de la Vega Baja. Y es que el Sporting Saladar se queda sin su guardián y uno de los símbolos de los últimos lustros.
Los blanquiazules tendrán que encontrar reemplazo para Yonai Culiáñez, portero que se despedía a través de sus redes sociales personales. Nada más y nada menos que 23 años en el club de su vida y solo un breve escarceo en Formentera que le quita la vitola de ‘One club man’.
- Publicidad -