La Copa del Rey llegaba al campo Municipal de Los Arcos con un equipo de Primera División enfrente. Un Villarreal plagado de estrellas internacionales que puso a prueba al colista de Segunda B.
Pero estuvo lejos de ser un partido de galaxias distintas. El Orihuela CF planteó lo que su técnico anunció en la previa. Dos partidos de 45 minutos en los que resistieron al submarino amarillo con raza y un Aitor Arias estelar.
El portero sostuvo a su equipo con paradas antológicas. Los goles llegaron en la segunda mitad. Gerard Moreno fue un tormento y adelantó a los suyos.
Cuando parecía todo perdido, apreció Pitu. Una jugada suya por banda izquierda acabó en las botas de Brian, que mandó el partido a la prórroga.
El Orihuela CF se lo dejó todo en esos 30 minutos. El final volvió a ser cruel. Gerard Moreno cazó un balón para acabar con el sueño escorpión.