El Orihuela CF está viviendo un inicio de temporada convulso en cuanto a las instalaciones. La gota fría y la resiembra de Los Arcos obligan a los de Villafaina a afrontar cada semana una auténtica de peregrinación por los campos de la Vega Baja.
San Bartolomé, Redován, Rojales o Crevillente son solo algunas de las localidades que están siendo testigo de los entrenamientos del equipo escorpión. Cada semana es imprevisible y la rotación de lugares es constante.
Además de la inestabilidad que conlleva, el cambio de superficie entre césped natural y artificial también está haciendo mella en los jugadores del Orihuela CF. Los últimos en presentar problemas por esto han sido José María Cases y Andrés Sánchez.
Ambos futbolistas han tenido que entrenar al margen de sus compañeros durante la semana y tendrán muy difícil ser de la partida este domingo en Ebro.