Si la carrera deportiva de Aitor Arias fuese un videojuego, el portero del Orihuela CF habría pasado al siguiente nivel. Su temporada oscila entre el sobresaliente y la Matrícula de Honor, con paradas que han dado puntos a los suyos en varios partidos.
Se ha convertido en un guardameta de equipos grandes. De esos que no tienen que intervenir demasiado durante los encuentros pero que se mantiene alerta para aparecer en los momentos clave. Añadiendo una concentración máxima a sus conocidos reflejos felinos.
El conjunto amarillo ha reducido riesgos en fase defensiva desde la llegada de Sergi Guilló al banquillo y este domingo volvía a cerrar el candado en casa de La Unión. Son ya tres duelos consecutivos manteniendo la portería a cero.
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— Orihuela C.F. (@Orihuela_CF) February 7, 2024
FOTO: MANOLO GONZÁLVEZ